CUBA.- La llegada a Cuba del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está en la portada de los principales medios en estos dás. Es que es la primera vez en 90 años que un representante de la Casa Blanca pone un pie la isla.
Pese a que Obama hará un gira regional, la visita a Cuba es emblemática, ya que se espera consolidar un proceso de acercamiento entre los dos países, iniciado el 17 de diciembre de 2014. La cadena británica BBC hizo un repaso histórico acerca de los cinco temas clave que ambos países deben resolver:
El embargo
“No podrá haber relaciones normales entre Cuba y los Estados Unidos mientras se mantenga el bloqueo económico, comercial y financiero”, declaró el gobierno cubano al anunciar el restablecimiento de su embajada en Washington a mediados del año pasado. El embargo económico de Estados Unidos sobre la isla está vigente desde 1962 y fue la respuesta de EE.UU. a la confiscación de bienes de ciudadanos y compañías estadounidenses en Cuba tras la revolución encabezada por Fidel Castro en 1959.
El propio presidente Obama es partidario de que se levante el embargo, pero no lo puede hacer solo: al tratarse de una ley sólo puede ser retirado en su totalidad por una decisión del Congreso. Para sortear la oposición del Congreso, Obama se ha valido de medidas ejecutivas para flexibilizar las restricciones al intercambio económico entre EE.UU. y la isla en sectores que incluyen los servicios empresariales, los viajes, las telecomunicaciones, la banca y las remesas. Esta misma semana se confirmó la reapertura de vuelos comerciales a la isla antes de que termine el año.
La base naval de Guantánamo
Cuba y EE.UU. no se ponen de acuerdo sobre los terrenos donde se encuentra la base naval estadounidense de Guantánamo en Cuba. Castro ha reclamado reiteradas veces la devolución del territorio. Para el gobierno cubano es una condición sine qua non de la normalización de relaciones con EE.UU.: “Para alcanzar la normalización será indispensable también que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo”, declaró el presidente cubano el año pasado.
El cierre de la prisión fue una de las promesas electorales de la primera campaña de Obama en 2008 que retomó el pasado 23 de febrero con la introducción de un plan de cierre de la prisión en el Congreso de su país. Hasta el momento, EE.UU. no ha hablado de devolver el territorio. Al ser un tema que afecta directamente los planes de Defensa y Seguridad, las negociaciones sobre este punto no han sido tan públicas ni mediáticas como las del embargo.
Las reparaciones
El gobierno cubano también ha exigido que “se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados por las políticas de los Estados Unidos”. Esto nos lleva a otra de las cuentas pendientes entre ambos países: las reparaciones. Estados Unidos reclama compensaciones a La Habana por los bienes de nacionales estadounidenses que fueron expropiados tras el triunfo de la Revolución. El Departamento de Justicia de EE.UU. tiene 8.821 reclamos entre empresas e individuos estadounidenses que aseguran haber perdido sus propiedades. En total suman casi US$2.000 millones, en dólares de 1960.
Cuba en cambio reclama reparaciones a EE.UU por los daños generados desde que se impuso el embargo.
Según el informe de 2014 “Cuba vs Bloqueo” que la isla presentó ante la Asamblea General de Naciones Unidas, estos daños ascienden a US$1,11 billones.
Democracia y derechos humanos
Hace casi un año, se citaron en Washington DC delegaciones de ambos países para definir la agenda de cara al futuro diálogo sobre derechos humanos. Estados Unidos, insiste en que quiere ver mejoras en este aspecto en la isla. Pero desde el punto de vista cubano, es EE.UU. el que debe reconocer su forma de “democracia popular y participativa”, como califican su sistema de gobierno. Y no ellos los que deben cambiarla. El principal problema, coinciden los expertos, es que Estados Unidos quiere imponer sus “valores democráticos” y Cuba quiere que se le reconozca su sistema político de “democracia participativa” con partido único. Aunque el gobierno cubano aseguró que se discutirán todos los temas durante el encuentro, incluyendo la democracia y los derechos humanos, la Directora General de EE.UU. de la Cancillería Cubana, Josefina Vidal, afirmó que estos asuntos “no se negociarían”.
Política de inmigración
En 1966, Estados Unidos puso en marcha la llamada “Ley de Ajuste”, que permite a los cubanos solicitar la residencia permanente al cabo de un año y un día de estar en territorio estadounidense. En este sentido, la Casa Blanca no ha hecho anuncios de que vaya a cambiar su política migratoria hacia Cuba. Este es un tema polémico en el Congreso de Estados Unidos donde hay legisladores que consideran que es una forma de proteger a los cubanos del régimen castrista, mientras otros creen que es un beneficio del que algunos cubanos se aprovechan. Y las implicaciones de esa política se han hecho sentir en varios países de América Latina, que han tenido que lidiar con un flujo cada vez mayor de cubanos que intentan llegar a EE.UU. antes de que se modifique.